Mikki
Perdió más de 91 kg con la manga gástrica laparoscópica.
Después de años de dietas “yo-yo” subiendo y bajando sin resultados estaba desesperada por encontrar algo que me ayude a salvar mi vida.
A los 25 años de edad y con casi 181 kg, no podía correr o jugar con mi hijo de dos años de edad.
Mi médico de cabecera me dijo que tendría suerte si llegaría a cumplir los 30 años. Empecé a buscar información sobre la cirugía para la pérdida de peso y tome la decisión de acudir al programa de St. Luke’s.
Me sentí como en casa y fui acogida por el Dr. Leonardo Claros y el equipo de cirugía bariátrica. Después de la cirugía todo en mi vida cambió. Me di cuenta de cómo mi vida debía ser. Aprendí lo que soy realmente por dentro. He encontrado el verdadero amor, la felicidad y todo lo que necesito para amarme a mí misma y todos los aspectos de mi vida.
He recuperado mi vida nuevamente, no solo para mi pero también para mi hijo.