Larry
Perdió 98 kg con la cirugía del bypass gástrico laparoscópico.
Desde que tuve mi cirugía nunca me sentí mejor.
En menos de dos semanas después de la cirugía, ya no necesité mi máquina CPAP para el apnea obstructiva del sueño, y hoy mis problemas de presión arterial alta y diabetes se han resuelto.
Usaba la mayor parte de mis recursos físicos y mentales sólo tratando de sobrellevar las actividades diarias. Ahora que me siento mejor físicamente, me encuentro mucho más inmerso en el mundo que me rodea. Soy capaz de experimentar y disfrutar de la vida cotidiana y los momentos especiales plenamente. Soy un mejor esposo, padre, hermano e hijo.
La cirugía de pérdida de peso requiere sin duda un gran compromiso para cambiar cada aspecto de nuestras vidas, pero dadas las maravillosas oportunidades y todo el apoyo que ofrece el programa de St. Luke’s, el proceso se hace más fácil y es sin lugar a dudas una gran motivación. Por encima de todo, te percatas que no estás solo y que siempre hay alguien disponible para ayudar, no importa lo que sea que necesite.